Manos a la obra

 

La amistad es como un

rompecabezas, con millones

y millones de piezas,

todas de distinto tamaño

y color.

 

Cada día vamos colocando

una nueva pieza y así es

que se va armando

el inmenso rompecabezas y

se va creando una amistad.

Cada día aprendemos

algo nuevo de la relación

que nos une.

 

Pero estoy segura que nunca vamos a

poder terminar el

rompecabezas, ya que

la amistad nunca se

termina de construir,

siempre se aprende

algo distinto; ya sea de las

cosas buenas como de las malas.

 

Entonces, manos a la obra,

pues nos queda un

largo camino que recorrer.