Desde la distancia te veo acercarte
y con esfuerzo mi alegría contengo;
te mueves con la gracia de un ángel
y por momentos, me pierdo en mi pensamiento.

Frente a mi te paras sonriendo,
los nervios de mi se apoderan;
antes de que hagas cualquier gesto,
mi beso en tus labios hablar no te dejan.

Sin decir nada tomo tus manos
y lentamente las acerco a mi pecho,
te pido que por favor cierres los ojos
y me toques aunque sea solo por un momento.

¿Puedes sentir como te busca mi corazón,
oír como grita tu nombre con cada latido?
Son sentimientos que me hacen perder la razón,
pues aun, mi amor, no te tengo conmigo.

Ahora te pido que nunca te vayas,
que no me dejes caer en el amargo olvido;
pero tu aun directo a los ojos me miras,
y me dices que no podrás mas estar conmigo.

Luego, comienzas a desvanecerte,
ya no puedo sentir el tacto de tus manos;
en unos segundos tu figura desaparece,
¿será que nunca llegamos a encontrarnos?

Desde luego que fue solo un sueño hermoso,
donde tu, bella y radiante, ahí te encontrabas;
desperté yo con tristeza pintada en mi rostro,
preguntándome en donde tu estabas.

y así esperando encontrarte un poema te escribí;
y me sigo repitiendo, con dolor en mi razón,
¡tan cerca yo de ti, tan lejos tu de mi!