Todo lo que sufrí, al nacer y prolongarme
Todo lo que viví, al pisarte y adorarte
Todo lo que amé, al odiar no siendo amada
Todo lo que dejé, a lo que quise y desprecié
No me busques, no me encontrás. No me desangres, sola quiero hacerlo. No me mires, quiero encontrarte. No me señales, yo te estaré eligiendo.
Porque siempre tu última debe ser la mejor, sino ni vale la pena tenerte, ni contemplarte en tercera persona, ni adorarte inmóvil viviendo a carcajadas.
Guerra, destrucción y muerte. Mi camino a la verdad. Esa que nadie quiere ni dice, única y verdadera, porque la verdad maltratada es más fuerte y peor que la mentira. Y la mentira es nacimiento, la verdad más pura enmascarada, la verdad no develada e inmadura de los hombres.
Matáme...sólo cuando te deje
Amáme...cuando me desees eternamente.
Necesito que vivas para adorarte, que mueras para buscarte y flaquees para tentarte.
Me duelen los sentimientos, sí! Esos mismos que pretendiste adorar y avaramente impedí; tan dolorosos que celé de tu alcance, perteneciéndome hasta roer mis tejidos, volver mis manos blancas y mi fiebre cianótica.
No me hables si ves que no lo hago
Y si ves que me liquido antes de tomarte, sabé que lo hice,
sólo por el placer de amarme.